viernes, octubre 22, 2010

ayudeme señor

Por favor ayúdeme señor, decía aquel hombre con desesperación a aquel transeúnte vestido de terno, zapatos caros y lustrados, parecía ser de alta alcurnia. Le miro con desdén al hombre angustiado, de ropas rasgadas, mal afeitado, pero no parecía que siempre había sido así, mas bien pasaba por una mala situación, metió la mano al bolsillo y saco un billete, al ofrecérselo a este triste hombre, el lo rechazo y le reitero que necesitaba ayuda, sin entender la situación el hombre de buena fachada se dio media vuelta y siguió su camino. El hombre desesperado miraba a su alrededor y no encontraba salida a su angustia, salio raudo queriendo llegar a su destino, pero de destino el carecía. A su paso lo detuvo un carabinero al que le pidió ayuda, el carabinero desenfundo su arma, puso a aquel hombre tras de si y con sigilo comenzó a observar a su alrededor, mientras le preguntaba quien lo perseguía. Con mirada desesperada miro aquel hombre al carabinero, le insistió que necesitaba ayuda y nuevamente huyo de aquel lugar, volvió a su casa donde lo esperaban amigos y familia para celebrar, como lo hacían cada fin de semana, se sentó en el sofá, encendió un cigarrillo, bebió algunas copas, mientras lo hacia gritaba a la audiencia que necesitaba ayuda, lo hacia con frecuencia mientras bebía, hasta que cayo de borracho. Con ojos rojos, con sed y aun mareado salio raudo del lugar, siguió corriendo, solo se detuvo en una iglesia solo para descansar, quien se aprestaba para dirigir la reunión vio a aquel hombre desesperado, lo tomo del hombro derecho y le pregunto que le pasaba, el hombre con la mirada ya cansada, con ojeras, mirada perdida atendió la pregunta y respondió que necesitaba ayuda, aquel sirviente de dios comenzó a hablarle acerca de la biblia, mientras lo hacia el hombre se puso en pie y salio raudo del lugar, seguía huyendo de lo que no sabia pero si le perseguía. Desesperado acudió a un centro psiquiátrico, donde un hombre le lleno de pastillas y de palabras que prometían una mejoría. Comenzó a divisar a su perseguidor, las cuatro paredes que parecían una infranqueable fortaleza se fue poniendo cada vez mas débil, tanto así que al momento de solo presentir la presencia de aquel perseguidor comenzó nuevamente a huir, aquel perseguidor estaba cada vez mas cerca, sintió aquel hombre una especie de alivio ya que por lo menos ya sabia de que huía, pero debía seguir corriendo, ya veía la silueta de aquel acosador, también vio que todos carecían de oídos, vio que estaba solo, que no había escondite, vio que las fuerzas se acababan, vio a su perseguidor a diez metros de el, vio que detrás de esa única silueta salían muchas mas, vio que llevaban una cuerda, vio que le atraparon, le cerraron los ojos y la boca, vio el mazo antes de que le lloviera en la cabeza.
Después de un rato despertó, vio a aquel hombre adinerado, a aquel carabinero, vio a sus familiares y amigos vio a aquel religioso y al hombre de salud, también se vio a si mismo, todos con los oídos tapados afirmando la misma cuerda, luego se dio cuenta que la cuerda le abrigaba el cuello, y que estaba parado sobre una banca, las manos lloraban por que no ayudaban, el hombre estaba a su suerte, ya se acababan las fuerzas, el hombre no sabia que hacer, al fin se había dado cuenta de su perseguidor, el y todos esperaban que iba a hacer, casi apostando que era lo que había de decidir y cuando, trato de quitarse la cuerda, estaba a punto de zafarse, comenzó a recordar, se dio cuenta de que nunca corrió, que siempre tuvo la cuerda abrigando la garganta, al momento de estar libre de ella se la acomodo nuevamente al cuello y con un certero y violento movimiento de sus pies, con los ojos llenos de lágrimas casi de descanso casi de alivio casi de pena, grito hacia adentro hasta desgarrarse la garganta, aquel banco fue el único testigo y todo se fue a negro...

aquel día llovió, llovió dentro, llovió fuera, llovió en todos lados, quizás cuanto tiempo durara la eternidad, o si alguien quiere comprar un paraguas, o si alguien quiere que deje de llover...

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